TIZIMÍN.— Para las locatarias con mayor antigüedad en el mercado municipal, los precios que en la actualidad han alcanzado algunos productos, principalmente hortalizas, son “históricos y sorprendentes”, pues nunca habían vendido una calabaza en 50 pesos, o un chayote en 25, menos el cilantro que antes tenía un precio de 5 pesos, y ahora oscila entre los 10 y 15 pesos un atado pequeño.
Doña Narcisa Cupul Canché, con más de 50 años de ocupar un espacio en el interior del mercado municipal, donde vende cilantro, rábano, hierbabuena, epazote y condimentos, dijo que en todo ese tiempo nunca había visto que el precio de esos productos se triplique por la escasez.
Basada en su experiencia como locataria, expresa que son varios los factores que provocan estos precios elevados, desde la inflación que llevó al incremento del precio de los insumos —como fertilizantes y semillas—, y para rematar las altas temperaturas y las lluvias.
Doña Narcisa no cultiva lo que vende, los productos se los traen de Colonia Yucatán por un proveedor fijo, pero en la actualidad difícilmente le dejan un poco de cada producto y trata de subir mucho el precio para no afectar a los consumidores.
En otros puestos, el atado de rábanos se vende a $15, o a $12 con seis piezas del tamaño de una uva, mientras que el atado de unas 10 plantitas de cilantro de no más de 10 centímetros de alto se cotiza en $15.
En la actualidad las calabazas pequeñas son más caras que las grandes, pues las amas de casa las prefieren tiernas y éstas se venden a $40, mientras que una de mayor tamaño está en $30.
El chayote ahora se vende a $25 la pieza, pues el kilo alcanza los $130, según revelaron las vendedoras que luchan todos los días con los precios que varían repentinamente de un día para otro. El pepino ahora lo compran a $120 el kilo, por lo cual se tienen que revender entre 15 y 20 pesos la pieza, dependiendo del tamaño.— ISAURO CHI DÍAZ