JERUSALÉN (AP).— Combatientes palestinos mataron a 21 soldados en el ataque más mortífero contra las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza desde el asalto de Hamás en Israel que desencadenó la guerra, informaron las fuerzas militares de Israel ayer martes.
Se trata de un revés significativo que podría sumarse a los crecientes llamados para un alto el fuego.
Horas más tarde, el ejército israelí anunció que las fuerzas terrestres habían rodeado la ciudad sureña de Jan Yunis, la segunda más poblada de Gaza, y se podía ver una densa columna de humo negro que se elevaba sobre la localidad mientras miles de palestinos huían al sur.
Según testigos, tanques y soldados israelíes también habían entrado a Muwasi, una zona costera cercana que el ejército de Israel había declarado anteriormente que era segura para los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lamentó la muerte de los soldados, quienes fallecieron cuando la explosión de una granada propulsada por cohete activó los explosivos que colocaban para demoler edificios. Netanyahu, sin embargo, prometió seguir adelante hasta la “victoria absoluta”, que incluiría acabar con Hamás y liberar a los más de 100 rehenes israelíes que siguen en manos de los combatientes.
Los israelíes se cuestionan cada vez más si es posible alcanzar esos objetivos.
Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, los israelíes hicieron a un lado sus diferencias políticas y cerraron filas para apoyar la guerra. Más de 100 días después, han vuelto a surgir las divisiones y crece el enfado por el manejo del conflicto por parte de Netanyahu.
Las familias de los rehenes han pedido a Israel que llegue a un acuerdo con Hamás, pues dicen que se acaba el tiempo para traer a sus familiares a casa con vida.
Un alto funcionario egipcio afirmó que Israel ha propuesto un cese del fuego de dos meses en el que se liberaría a los rehenes a cambio de palestinos encarcelados por Israel y que se permitiría que los principales dirigentes de Hamás en Gaza se trasladen a otros países.
El funcionario, quien no estaba autorizado a informar a los medios de comunicación y habló bajo condición de anonimato, dijo que Hamás rechazó la propuesta e insiste en que no se liberará a más rehenes hasta que Israel ponga fin a su ofensiva y se retire de Gaza. A su vez, el gobierno israelí se negó a comentar sobre las conversaciones.
Egipto y Qatar —que han mediado en acuerdos anteriores entre Israel y Hamás— elaboraban una propuesta de múltiples etapas para tratar de superar las diferencias, dijo el funcionario.
Presunta demolición
Los reservistas israelíes preparaban el lunes explosivos para demoler dos edificios de las afueras del campo de refugiados Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza y cerca de la frontera con Israel, cuando un combatiente lanzó una granada propulsada por cohete contra un tanque cercano. El estallido detonó los explosivos e hizo colapsar los edificios de dos pisos sobre los soldados.
La prensa israelí dijo que los soldados trabajaban para crear una zona de protección informal, de aproximadamente un kilómetro de ancho a lo largo de la frontera para evitar que los combatientes atacaran comunidades israelíes cercanas a Gaza.
El portavoz militar, Daniel Hagari, manifestó que la misión era demoler los edificios para “crear las condiciones” que permitirían a los residentes del sur volver a sus hogares.