CIUDAD DE MÉXICO (EFE).- Mejores prácticas y contar con la suficiente preparación para sobrevivir el relevo del cambio generacional son los actuales retos que enfrenta el 52 % de las empresas familiares mexicanas para subsistir en el tiempo, según los resultados de un estudio del Centro de Investigación para Familias de Empresarios (Cifem) del IPADE, escuela de negocios.

Con la presentación del reporte ‘Nivel de progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía’ (2023), se muestra la realidad de 737 empresas familiares que son, en un 32 %, miembros de la primera generación familiar, mientras que una minoría la ocupan las últimas generaciones, la tercera con un 9 % y la cuarta con apenas un 1 %.

En ese sentido, los resultados explican que la baja persistencia en el tiempo de las empresas familiares se debe a que un 52 % de estos negocios tiene una acumulación de malas prácticas que afectan la dinámica familiar, lo que las lleva al fracaso o que otras (45 %) tienen temas pendientes por resolver.

En consecuencia, solo el 3 % presenta un nivel adecuado para subsistir a largo plazo, una cifra que disminuyó dos puntos porcentuales respecto a los datos publicados por el mismo informe en 2022.

“Menos de una décima parte de las familias (6 %) aborda los problemas de manera oportuna, mientras que el 37 % pospone esta tarea y el 57 % se encuentra en una situación de riesgo para la empresa al no tener claridad al respecto”, aseguró Ricardo Aparicio Castillo, director del CIFEM-BBVA en la presentación de la investigación.

Para contrarrestar las malas prácticas, el estudio -que también cuenta con la colaboración del banco BBVA- expone la necesidad de que haya una distinción entre los roles de gestión de cada miembro de la familia; la diferenciación entre propiedad y dirección; la separación de relaciones familiares y profesionales y también la organización de los flujos económicos y el uso de los activos de la empresa.

Otra tarea pendiente para estas organizaciones, según el reporte, es la institucionalización, profesionalización y desarrollo del buen Gobierno, pues el cambio generacional y los relevos en las posiciones de liderazgo son algunos de los mayores desafíos para las empresas familiares.

“Formalizar y profesionalizar los órganos de gobierno de la empresa familiar es vital para llevar a cabo transiciones generacionales exitosas”, afirmó Alfonso Bolio Arciniega, coautor de la investigación junto con el profesor de Factor Humano y Empresa-Familia de IPADE Business School, Ricardo Aparicio Castillo.

Oportunidad de mejora

Ambos autores señalan que este desafío puede trabajarse si se prepara con “tiempo y forma” a los posibles sucesores, lo que debe responder a los órganos de gobierno y a las estructuras organizativas de la empresa para mantener su “viabilidad y continuidad”.

A pesar del panorama y del complejo contexto económico en México, los resultados también aportan que el 76 % de las empresas familiares reportan un progreso y crecimiento en sus ventas, frente a un 70 % registrado en 2022 y el 72 % en 2021, lo que significa que hay oportunidad de mejora y crecimiento para este sector.

En cuanto a los cambios estructurales, el estudio también presentó especial atención a que solo un 25 % de los liderazgos los ejercen mujeres y que un 29 % los ocupan personas mayores de 60 años, por lo que la igualdad de género y el retiro a una edad justa siguen siendo temas pendientes para los negocios familiares mexicanos.