Roger Antonio González Herrera (*)

Lo advertí meses antes de las elecciones, en una eventual alianza entre el PAN y el PRI “pierden más los panistas y tendrían que pagar un precio muy alto por recibir los despojos del PRI, tendrían que ceder espacios en las candidaturas que, los priistas yendo solos, jamás obtendrían. Y de paso, al regalar al PRI candidaturas, el PAN estará frustrando las aspiraciones de varios de sus militantes” (“¿Oxígeno para el PRI yucateco? Diario de Yucatán, 3 de octubre de 2923, Sección Local, página editorial).

En la elección para senador de Yucatán, la fórmula de Morena y sus aliados, que integraron Verónica Camino Farjat y Jorge Carlos Ramírez Marín, fue la ganadora, pues lograron 656,544 votos. En segundo lugar, quedó la fórmula que encabezaron Rolando Zapata Bello y Kathia Bolio Pinelo, del PAN, PRI y PRD, quienes lograron 505,028 sufragios. De esa cantidad el PAN aportó 385,970 votos, el PRI 112,870 y el PRD 12,426.

Es decir, con el voto de los panistas, el exgobernador priista Rolando Zapata Bello llega al Senado, como representante de la primera minoría, con los pocos votos que tuvo el PRI, apenas 112,870. O sea, el 8.7 % de la votación. Como dirían en mi pueblo: “Negocio de Peto” para el PAN yucateco, pues aun con su 30% de la votación se quedó sin representante en la Cámara Alta.

Enorme paradoja para el PAN yucateco: revivió a su archienemigo, el PRI, al que combatió durante décadas y al que criticó por sus malos gobiernos.

Es complicado explicar al día de hoy que, hace 23 años, Rolando Zapata Bello fue acusado por el PAN y por Luis Manuel Mena Godoy, presidente del Consejo del Distrito X, cuya cabecera era la ciudad de Tizimín, de manipular los paquetes electorales de la elección del 27 de mayo de 2001 para cambiar los resultados y despojar del triunfo al PAN y de una curul en el Congreso local a la panista Lizbeth Medina Rodríguez.

También, debe ser complicado para la dirigencia actual del PAN justificar el regalo de una senaduría a Rolando Zapata Bello cuando, al principio de la actual administración estatal que preside el panista Mauricio Vila Dosal, se interpusieron 26 denuncias contra el gobierno de Rolando Zapata Bello, por irregularidades financieras, seis de las denuncias fueron por un faltante superior a los 536 millones de pesos en dependencias como Salud, Educación y Administración y Finanzas. Además, se pusieron otras 20 querellas por faltantes de bienes muebles y discrepancias, no aparecieron 260 bienes, entre ellos una incubadora e instrumental médico (Diario de Yucatán, edición electrónica del 8 de enero de 2019). ¿Qué pasó con esas denuncias?)

Otro dato, Joaquín Díaz Mena obtuvo en la elección de gobernador 629,394 sufragios y Renán Barrera 515,478 votos, de éstos el PAN le aportó 413,990, Nueva Alianza la ridícula cantidad de 21,277 y el PRI apenas 80,211. Es decir, 32,629 priistas que votaron por Rolando Zapata no lo hicieron por Renán Barrera. Aparte, seguramente hay votos que el PAN no obtuvo por el desencanto de muchos electores al aliarse con su archienemigo el PRI.

Los dirigentes formales del PAN yucateco (y quienes mandan realmente en dicho partido), ¿pecaron de ingenuos pensando que el PRI pondría a disposición del PAN su “maquinaria electoral”? Pues, ni la tenía, ni la tiene y ni fue necesaria, pues los panistas hicieron el trabajo para entronizar en el Senado de la República a Zapata Bello.

Ahora bien, en este aparente “negocio de Peto” para el PAN, ¿qué compromiso tendrá el exgobernador priista con la militancia panista de Yucatán? ¿O qué favor se le debía?

Lo dejo de tarea.— Buctzotz, Yucatán.

rogergonzalezherrera@yahoo.c om.mx

Profesor

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