Aspecto de la nutrida participación que se registró en numerosas casillas en la jornada electoral del domingo pasado en Yucatán
Aspecto de la nutrida participación que se registró en numerosas casillas en la jornada electoral del domingo pasado en Yucatán

La derrota electoral de la coalición PAN-PRI-Nueva Alianza “no es el fin del mundo” para la oposición “ni todo está perdido”, opina el doctor Luis Ramírez Carrillo, analista político e investigador de la Uady.

Los votos a favor de Morena no son “una mayoría gigantesca” que pueda mantenerse a largo plazo, y esta derrota “puede ser reversible”, dice.

Además, afirma, la victoria de Joaquín Díaz Mena en la gubernatura de Yucatán no puede explicarse por su partido o por el discurso de éste como candidato, sino que es consecuencia de una “ola nacional”.

El analista político señala que hay otros elementos para justificar ese triunfo y uno de ellos es el PRI. “Sin ese partido, ‘Huacho’ no gana en Yucatán”.

Una diferencia de votos significativa

Consultado por el Diario para conocer su punto de vista sobre los resultados de los comicios del domingo, para muchos inesperados, el doctor Ramírez Carrillo explica que la diferencia de votos entre Joaquín Díaz y Renán Barrera Concha fue del 8.4%, alrededor de 71,000 sufragios.

Es decir, estamos hablando de que Morena ganó casi todo en Yucatán —la mayoría de diputados locales, federales, senadores—, pero lo hizo con una diferencia de 8% respecto a su principal oponente, mientras ese mismo partido duplicó o triplicó esa cifra en otros estados, “y esto es muy importante tomarlo en cuenta”.

“Sin negar que su triunfo fue inobjetable, esta diferencia del 8% no nos arroja, todavía, una gigantesca mayoría morenista como para pensar en un Yucatán guinda de largo plazo, en un afianzamiento aquí de Morena, que no existe ahora”.

Esa diferencia de sufragios “no asegura un voto duro de largo plazo para Morena, al menos todavía no. Su triunfo es reversible y no todo está perdido”, señala.

Por otra parte, el consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán, Moisés Bates Aguilar, dio por concluidas las dos primeras etapas de la jornada electoral del 2 de junio.

El funcionario hizo un reconocimiento a la alta participación de la ciudadanía en las urnas, que supera a la media nacional de votación, y afirmó que se superó el 99 por ciento de las actas computadas del Programa de Resultados Electorales Preliminares para las elecciones por gubernatura, diputaciones y regidurías.

En un comunicado, Bates Aguilar recordó que, por ley, hoy se inician de manera simultánea los cómputos en los Consejos Electorales Municipales y los Consejos Distritales, para posteriormente el domingo hacer la entrega respectiva de las constancias de mayoría a quienes resultasen ganadores.

El cómputo municipal y distrital, explicó, es una sumatoria de las actas de escrutinio y cómputo que se generaron en las casillas.

“No todo está perdido”

Un primer elemento para explicar la victoria de Morena en el estado es el dinero —señala—, “la derrama económica en los sectores populares y el uso de los programas sociales en nombre de ‘Huacho’ Díaz, que le generaron un plus, una clientela, un voto duro, trabajado y construido a lo largo de seis años”.

Pero el dinero no lo explica todo, añade. “Hay un segundo elemento muy importante: el PRI, o sea, la captación de las estructuras priistas de organización, promoción del voto y acarreo por parte de Morena”.

“Entre un 70% y 80% de todas esas estructuras de promoción y acarreo en esta elección fueron del PRI”, dice Ramírez Carrillo.

“En pocas palabras: sin el PRI, ‘Huacho’ no gana en Yucatán”, sentencia.

Todos vimos a Luis Hevia Jiménez operando a favor de Morena y también a Panchito Torres, Mauricio Sahuí, Felipe y Víctor Cervera Hernández, indica. No sólo cenaron con Claudia Sheinbaum, sino que levantaron el teléfono y salieron a ver gente. Por eso digo, que muchos priistas votaron por Morena en Yucatán.

Los morenistas, de lado

En este sentido, afirma, “‘Huacho’ fue pragmático. Embodegó a los morenistas originales, los que tienen ideología de izquierda, pero que no les servían porque no acarrean votos y, en cambio, encumbró a los priistas”.

A diferencia de lo que pasó en otras partes de México, “en Yucatán vimos un triunfo de Morena y también del PRI. No sólo fue un triunfo de Morena”, afirma.

El investigador explica que “Huacho” aplicó una estrategia para atraer a muchos priistas de enero para acá, de modo que el PRI “colonizó y se lanzó al abordaje de Morena”.

“En algunos casos fueron los mismos morenistas quienes tendieron los puentes del barco, para que se suban todos”.

“No son priistas que se volvieron morenistas, sino que llegaron a ese partido siendo priistas”, afirma Ramírez Carrillo. “Son priistas en activo y el 80% o 90%de ellos le hizo la campaña a Díaz Mena”.

Después agrega que Pancho Torres, Sahuí o el propio Jorge Carlos Ramírez Marín se sumaron a Morena en tanto priistas.

No son morenistas, no se incorporaron como Manuel Bartlett, quien se sumó a López Obrador desde antes de su arribo al poder. “Ninguno de ellos tiene antecedentes morenistas”.

Apoyo obradorista

Empero, el triunfo de Morena en Yucatán no sólo se explica por el reparto de dinero y por la injerencia del PRI, sino a un tercer elemento, señala el doctor Ramírez Carrillo.

Ese factor es “la narrativa nacional que proyecta López Obrador desde el poder y que ha permeado en muchos grupos de electores”.

Es una narrativa que convence al electorado, no porque éste sea tonto, sino porque vive el guión en carne propia y es efectiva por tres elementos, explica. Uno, porque es un mensaje desde el poder del Presidente y eso da seguridad, empodera a los seguidores de Morena.

La narrativa de López Obrador, dice el entrevistado, “pone a sus seguidores del lado correcto del poder y del dinero, del erario”.

“O sea, le creo sobre todo si estoy amolado y no tengo dinero ni empleo y el Presidente me dice que eso es por los ricos”.

“Entonces, compro la historia de que tengo que sacar del poder a esa oligarquía ensoberbecida por el oro”.

“El segundo elemento de esa narrativa”, expone, “es un discurso moralmente bien construido: primero los pobres. ¿Quién puede decir que no?”

Y un tercer elemento es el discurso que apela a la lucha de clases, añade el doctor Ramírez: “Siempre hay amigos y enemigos, pobres y ricos. Éstos están enfrentados entre sí. Si eres pobre, eres enemigo de los ricos. Los pobres son de Morena y los ricos del PAN. Es simple” la narrativa. (Continuará).

One reply on “¿Cómo habría ganado Joaquín “Huacho” Díaz Mena la gubernatura en Yucatán? Analista destaca tres factores”

  1. Los mayas tan inteligentes y sus descendientes tan ingenuos creyendo lo que los.integrantes de morena les vendieron, por aceptar sus dádivas van a perder la tranquilidad de su hermoso estado. Pronto estarán como el resto del país inundados de maleantes, narcos en inseguridad.

Los comentarios están cerrados.