El “infernal” bochorno en Mérida, Yucatán, sigue batiendo récords, pues el lunes 12 de junio, en primavera, llegó a 55.6°C; el 14 de julio, en verano, a 57.2°C, y este jueves 12 de octubre, en pleno otoño, alcanzó los 58.3°C. Solo le faltó 1.7 grados para “hornearnos” los meridanos a 60 grados.
El verano terminó el 22 de septiembre y la temporada de calor “concluyó” el sábado 7 de octubre pasado, dio a conocer el 11 de octubre la Secretaría de Salud federal (SSA).
Sensación térmica rompe récord en Mérida
Sin embargo, en pleno otoño y temporada de frentes fríos de 2023, hoy 12 de octubre la sensación térmica fue histórica, pues llegó a 58.3 grados Celsius a las 2:26 de la tarde, reportó la estación meteorológica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) en su sitio en internet.
La sensación térmica o índice de calor –los yucatecos le decimos bochorno– es producto de la temperatura del aire y el nivel de humedad. A mayor humedad sentimos mayor bochorno porque la humedad evita que el sudor se evapore sobre nuestra piel.
Por eso esta tarde muchos quedamos literalmente bañados de sudor y sofocados, incluso viajando en los nuevos autobuses con aire acondicionado, saturados de personas.
¿Por qué el sudor y sofocamiento?
La ciencia médica lo explica de la siguiente manera: La evaporación del sudor es un mecanismo natural que ayuda a las personas a regular la temperatura y a prevenir la hipertermia, que puede desencadenar en un mortal golpe de calor.
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Precisamente ayer miércoles la SSA, al dar a conocer que la temporada cálida de 2023 terminó con cifra récord de muertes, señaló que Yucatán es líder peninsular por la cantidad de personas fallecidas y afectadas por golpe de calor.
El golpe de calor suele ocurrir cuando la temperatura corporal alcanza los 40°C y causa daño celular cuando la temperatura corporal rebasa los 42°C, alertan el cardiólogo Javier Mora Robles y los médicos Marina Maté Moreno, Antonio Boscá Crespo y Felipe Aguado Guerrero en “Trastornos de la Regulación de la Temperatura Corporal”.
Indican que, cuando ocurre, a la persona hay que quitarle la ropa, aplicarle agua fría o con hielo en la piel y llevarla pronto a un hospital porque el golpe de calor tiene alta mortalidad, siete de cada 10 personas mueren, y siempre afecta a múltiples órganos.
Ni de noche da tregua el calor en Mérida
“Está terrible el calor, ¿verdad? Desde hace días no se aguanta este calor”, me dijo un meridano mientras esperábamos en un céntrico paradero uno de esos nuevos autobuses con aire acondicionado.
Fue una plática rara porque no era de día, sino de noche, con menos de dos horas para que comience este histórico jueves 12 de octubre.
Según la mencionada estación meteorológica, a las 10:55 p.m. del 11 de octubre la temperatura era de apenas 29.4C, pero la humedad era del 93% y la sensación térmica alcanzó los 39.7°C. Prácticamente sentíamos un calor de 40 grados.
Menos de 24 horas después, en Mérida se registró nueva sensación térmica récord, 58.3 grados, así que los meridanos sentimos el calor peor que el que se siente en Furnace Creek, en el Valle de la Muerte, el llamado “infierno” de la Tierra porque tiene el récord de calor mundial: 56.7°C (134 °F), temperatura máxima registrada el 10 de julio de 1913, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
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Hoy, mientras los meridanos nos “horneábamos” a 58.3 grados, en Furnace Creek, en el Valle de la Muerte, en California, Estados Unidos, la temperatura era de 30°C, la humedad, de 12%, y la sensación térmica o índice de calor de apenas 28°C. Una diferencia de 30 grados con el bochorno “infernal” de Mérida.
