NUEVA YORK (HealthDay News).— Dedos pegajosos, secreción nasal: los niños pequeños son dulces, pero también pueden transmitir gérmenes peligrosos a los abuelos amorosos, confirma una investigación reciente.

El estudio encontró que el contacto con niños en edad preescolar y de jardín podría ser la principal vía de transmisión de las bacterias que pueden causar neumonías peligrosas en personas mayores de 60 años.

El mismo Streptococcus pneumoniae que puede desencadenar infecciones de oído y problemas de sinusitis en los niños puede ocasionar una enfermedad respiratoria peligrosa en los ancianos, señalaron investigadores dirigidos por Anne Wyllie, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Yale.

Los niños eran mucho mejores vectores que los adultos para transmitir el virus a los ancianos. “Nuestro estudio no encontró evidencias claras de transmisión de adulto a adulto”, afirmó la doctora Wyllie, “a pesar de que hubo hogares en los que un individuo dio positivo para neumococo en numerosos momentos de muestreo, y casos en los que ambos adultos en el hogar portaron neumococo más o menos al mismo tiempo”.

“En cambio, encontramos que la transmisión era más alta entre los adultos mayores que tenían contacto frecuente con niños pequeños”, agregó.

Su equipo informará de los hallazgos a finales de este mes en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, en Barcelona.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, las bacterias neumocócicas representan 150,000 hospitalizaciones en los Estados Unidos cada año (muchas entre los ancianos), y estos gérmenes también son principal causa de neumonía en los niños.

Los neumococos se transmiten por inhalación de gotitas respiratorias, y las personas asintomáticas pueden transmitir infecciones.

Se calcula que del 20 al 60% de los niños en edad escolar pueden ser portadores de la bacteria, ya sea que muestren síntomas o no.

En el nuevo estudio, el equipo de Wyllie encontró que los niños más pequeños (menores de 10 años) tenían un mayor riesgo de transmitir la infección a los adultos en comparación con los niños mayores. Los niños en edad preescolar (de 2 a 5 años) representaban la mayor amenaza.

El riesgo de que las personas mayores contraigan la bacteria de la neumonía aumentaba cuanto más a menudo se relacionaban con los pequeños.

Por supuesto, hay una forma de que la abuela y el abuelo reduzcan sus probabilidades de contraer neumonía bacteriana: la vacunación.

El equipo de Wylie anotó que poco después de que los niños comenzaran a recibir de forma rutinaria la vacuna antineumocócica conjugada (PCV), las enfermedades de neumonía entre los niños se redujeron en más de un 90 por ciento. Las vacunas también pueden proteger a las personas mayores.

“El principal beneficio de la vacunación antineumocócica en adultos es proteger directamente a los adultos mayores que están expuestos a niños que aún podrían portar y transmitir algunas cepas neumocócicas del tipo de la vacuna, a pesar de los exitosos programas nacionales de vacunación infantil”, señaló Wyllie en un comunicado de prensa de la reunión.

Debido a que estos hallazgos se presentarán en una reunión médica, deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

Estudio Más detalles

El estudio rastreó la transmisión de neumococos en 93 hogares de New Haven, Connecticut.

Participantes

En el estudio participaron parejas casadas de 60 años o más, sin que las personas más jóvenes vivieran en el hogar.

Pruebas positivas

Alrededor del 15% de los participantes dieron positivo en la prueba de infección por neumococo en algún momento.

Más expuestos

Las probabilidades de dar positivo fueron seis veces más altas entre las personas mayores que tenían contacto regular (diario o cada pocos días) con niños, frente a las que no lo tenían.

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