Armando Fuentes Aguirre Catón De política y cosas peores

“Septiembre, se tiembla”. Esa frase se decía en Veracruz en el siglo XIX y principios del XX. En ese mes arreciaba la virulencia de las enfermedades que asolaban al Puerto y cobraban sus víctimas lo mismo entre propios que entre extraños.

Pues bien: el próximo mes de septiembre se mira amenazante. Todo indica que en él se aprobarán las iniciativas que forman el malhadado Plan C de López Obrador, con lo cual prácticamente desaparecerán en gran medida la libertad de que aún gozamos los mexicanos y la democracia lograda a costa de muchos sacrificios.

La reforma al Poder Judicial será atentado mortal contra el equilibrio de poderes, condición sine qua non para la existencia de un Estado democrático. El hecho de incorporar al Ejército a esa entelequia llamada Guardia Nacional constituirá un paso más hacia la militarización de este país, con todas las graves consecuencias que trae el debilitamiento de la sociedad civil.

El desmantelamiento del INE nos hará regresar a los tiempos de la dominación priista, cuando todas las elecciones eran de Estado. La persona y la fuerza de López Obrador pesan ominosamente sobre Claudia Sheinbaum, quien sólo con la entereza y determinación que Cárdenas mostró ante Calles podrá librarse de la influencia de su poderoso antecesor.

No es AMLO hombre que se resigne a dejar el poder que tanto tiempo tardó en conseguir. Ya estamos viendo cómo hace malabares con sus promesas de retiro, y dice que se va, pero poquito, y que regresará a esto, a aquello, y a lo de más allá…— Saltillo, Coahuila.

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