Página editorial de Diario de Yucatán

Ya me había pasado. Encontré en línea un libro que me interesaba, la cantidad me pareció excesiva: no se trataba de una joya bibliográfica propiamente.

Luego lo encontré a un cuarto de lo que había pagado. Ahora se trataba del libro “Borges a Contraluz”, que tuve y no encuentro, drama frecuente en mi biblioteca.

La autora, Estela Canto, fue el gran amor del escritor argentino más célebre. Las cartas de amor que el autor de Funes, el Memorioso, le envió a Estela son desgarradoras.

A Estela Canto Borges le dedicó El Aleph, una de las grandes narraciones de la historia de la humanidad. En el libro hay un capítulo llamado Telón de Fondo en el que se hace un esbozo del carácter argentino.

Orgullosos de haber construido un país europeo en el sur de América, de ser uno de los graneros del mundo, de que la carne de sus reses se vendía a precios generosos; felices de haber acabado con los indios y de ser el país de Victoria Ocampo, la mujer que educó a su nación y a su continente, Paz dixit; de ser el pueblo que dio a un Borges, una de las figuras más interesantes de la civilización occidental; Mitteran lo llamó el bibliotecario del mundo.

La Argentina veía por debajo del hombro a Brasil, un país de mulatos, a México, un país de mestizos y de indios. Es cierto: casi todos los intelectuales argentinos se opusieron a Perón, pero éste y su temible esposa, Evita, desarrollaron un populismo trágico.

Argentina cayó en una degradación impresionante. Ha vivido en un ciclo de engrosar el gasto público, generar inflación y devaluaciones subsecuentes. Esta ecuación el mundo la resolvió hace décadas.

Sorprende que este país tan sofisticado siga atrapándose en inflaciones del 142 % anual. Así las cosas aparece Javier Milei, un economista, liberal puro, que con sus rarezas y alborotos —es la era de los raros, al menos en el pelo: Jhonson, en Gran Bretaña, y Trump en EE.UU.— promete hacer a la Argentina contemporánea del mundo en el campo de la economía.

Argentina, la sofisticada tierra de Borges, de Bioy, de Silvina y Victoria Ocampo , de Cortázar y de tantos escritores fabulosos, es un país secuestrado por el pasado económico. Quizás el desencanto llevó a los argentinos a elegir a Milei. Un líder elegido por la esperanza moverá a su pueblo, uno elegido por el desencanto no tiene muchas oportunidades.

Algunos planteamientos de Milei son poco cuestionables: reducir el gasto público, fomentar las privatizaciones, fortalecer el mercado, etc. Si esto se hace con cuidado, se reducirá la inflación y se fortalecerá su economía.

Es absurdo decir que estas medidas son de derecha: es ciencia y ya han probado su eficacia. No sé si el señor Milei logre lo que urge a ese país, sí: es apremiante argentar Argentina.

Por cierto, el libro se ofrecía con un precio que era una pequeña fortuna, esperé lo encontré a un precio decoroso. El libro es espléndido, su lectura no se acaba.— Mérida, Yucatán.

Cronista de la ciudad

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