Ángelo Dundee fue manejador del exboxeador Muhammad Alí
Ángelo Dundee fue manejador del exboxeador Muhammad Alí

Por Rafael J. Ramos Vázquez

No hizo carrera como boxeador y jamás subió al cuadrilátero para pelear como aficionando o profesional; sin embargo, fue el entrenador más famoso del mundo. Me refiero a Ángelo Mirena, un norteamericano de linaje italiano, que cambió su apellido en honor a un rompedor de narices llamado Johnny Dundee, para ser conocido en el mundo del boxeo como Ángelo Dundee.

En la esfera de las napias chatas el entrenador es la pieza fundamental en el desempeño del púgil, es quien con su conocimiento forma a su pupilo perfeccionando sus virtudes y borrando sus defectos. Le enseña estrategias y técnicas para pulir su estilo, para su superación y mejoría, en ese vínculo deben compaginar, para que sean la mancuerna ideal.

¡Cuántas veces ha sucedido que prospectos con futuro no armonizan con un experimentado manejador, ya sea por indisciplina o rebeldía del alumno y una buena dupla se rompe! Pero, cuando existe esa ligazón perfecta los resultados son exitosos. El ejemplo más palpable lo tuvo el boxeo yucateco entre Jesús “Cholaín” Rivero con nuestro apreciado Miguel Canto, una pareja perfecta.

Dundee era un hombre decente y honrado, una rara avis en ese mundo tan deshonesto como es el boxeo. Entrenó a quince campeones mundiales, siendo el más relevante Cassius Clay o Muhammad Alí, a quien conoció cuando el “Bocón de Kentucky” tenía 18 años y lo condujo por el camino del éxito durante toda la trayectoria del “Más Grande”. Siempre estuvo es su esquina y fueron grandes amigos.

Como entrenador Ángelo era un maestro de la innovación y muy inteligente en la esquina, un viejo zorro, con colmillos retorcidos por la experiencia que adquirió como esquinero durante más de cincuenta años. Era astuto, hábil para cerrar cortes al momento, detener hemorragias y dirigir a sus pupilos con delicadeza.

Para él la esencia del entrenamiento era conocer a su alumno como si fuera su mejor amigo o hermano. Al referirse a Clay usaba la expresión: “mi hijo”. Durante las peleas manejaba a su boxeador con sutileza, nunca mostró signos de desesperación o frustración, raund tras raund motivaba, usando palabras sencillas y correctas en el momento preciso, transmitiendo confianza.

Fuera del ring era un hombre educado, cortés y afable, no tenía enemigos, su frase favorita era: “No cuesta nada ser amable”.

Ángelo Dundee fue un entrenador con mente y filosofía ganadora que formó muchas estrellas del boxeo, por lo que es considerado el mejor mánager de todos los tiempos. El Salón de la Fama del Boxeo Mundial, donde tiene un nicho, lo avala. Su labor ratifica el enunciado que hay en el deporte de las orejas de coliflor: generalmente en la esquina de un gran boxeador hay un gran manejador. Dundee es el modelo perfecto. Mérida, junio de 2024

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